Tener un título de contador público y Ser un contador público
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Los padres de familia enseñan a sus hijos desde muy pequeños que deben plantearse objetivos, metas y logros, para que cuando sean grandes logren triunfar y, principalmente, lleguen a tener su propia casa, carro, apartamento, familia, etcétera. Igualmente, suele enseñarse que el único camino garante de lo anterior es estudiar para después trabajar; así, muchos empiezan su proceso de formación en los programas universitarios en aras de tener un título profesional y poder competir en el mercado laboral.
Las aspiraciones del individuo, así como las del Estado, recaen en la educación superior como formadora de profesionales que logren dar solución a las diferentes problemáticas. Sin embargo, los programas universitarios cada vez más son estructurados de acuerdo a las exigencias del mercado con el fin de obtener un “producto” estandarizado, evidencia de lo cual son los constantes procesos de acreditación de las universidades, mérito que, al parecer, es el que realmente importa hoy en día, tras haber dejado a un lado a su principal “cliente”: el estudiante.
Por ello, en esta reflexión escrita, se pretende analizar dicha situación en el pregrado de Contaduría Pública desde la perspectiva del Tener y el Ser, a partir de las premisas del psicoanalista
Erich Fromm. Con este fin, se busca enfatizar en las actividades y conductas cotidianas emergentes en las aulas de clase, para luego llegar a una noción de estas y ofrecer un diagnóstico sobre las actitudes estudiantiles en el plano académico, así como sus razones y posibles efectos.